Publicado en la Revista Business Venezuela
Marzo-Abril 2013
(www.bvonline.com.ve)
En
la charla de apertura del Primer Congreso Mundial de Psicología Positiva,
realizado en la ciudad de Philadelphia en el verano del año 2009, Philip Zimbardo, presentó
ponencia de cómo la gente buena se transforma en mala, analizando
el caso de una cárcel Iraquí. Esta prisión fue mundialmente conocida por haberse filtrado información que daba cuenta del maltrato por parte de los carceleros en contra de los prisioneros allí recluidos. Su argumentación giraba alrededor de cómo estos (quienes eran gente “normal”) podían llegar a perpetrar tales hechos. El Departamento de Estado expulso a los involucrados abriéndoles procesos penales, condenando a 7 de ellos por las acciones cometidas. Según Zimbardo, se comento, que quienes cometieron esos excesos y crímenes eran unas pocas "manzanas podridas" que contaminaron el resto del cesto. Ahora bien ¿Son las manzanas las que estaban podridas? Aún cuando en el colegio nos repetían aquello que una manzana podrida corrompe a los demás, probablemente sea la mejor excusa para inculpar a quién por alguna causa es catalogado como “esa” manzana. Otra pregunta manejada fue…¿Es la manzana adecuada en la cesta inadecuada? ¿Es la situación o el sistema? Hacia este lugar apuntan todos los vectores. El correlato organizacional es evidente. Cuando ocurre una situación fuera de la norma surgen iguales preocupaciones en la gerencia de la empresa. Probablemente terminar concluyendo lo obvio que “esa” o “esas” personas cometieran semejante falta y asunto cerrado, deja corto cualquier análisis. Dicha situación se volverá a repetir si la organización no emprende acciones para evitar que lo inadecuado suceda. Cuando en nuestras organizaciones observamos situaciones divorciadas de lo esperado, rara vez nos preguntamos ¿Qué estamos haciendo quienes conducimos gente para favorecer un determinado comportamiento? En ocasiones, hacer las cosas correctas es más bien un acto de heroísmo que el comportamiento común. Pienso que la interrogante principal debe centrarse cuales acciones emprendemos para favorecer que los comportamientos “buenos” ocurran. Debemos “darle la vuelta” a las cosas y generar condiciones donde hacer lo correcto sea lo atractivo es parte de las funciones de quienes gestionan la actividad del capital humano. Donde la eficiencia y el comportamiento virtuoso sea lo atractivo.
el caso de una cárcel Iraquí. Esta prisión fue mundialmente conocida por haberse filtrado información que daba cuenta del maltrato por parte de los carceleros en contra de los prisioneros allí recluidos. Su argumentación giraba alrededor de cómo estos (quienes eran gente “normal”) podían llegar a perpetrar tales hechos. El Departamento de Estado expulso a los involucrados abriéndoles procesos penales, condenando a 7 de ellos por las acciones cometidas. Según Zimbardo, se comento, que quienes cometieron esos excesos y crímenes eran unas pocas "manzanas podridas" que contaminaron el resto del cesto. Ahora bien ¿Son las manzanas las que estaban podridas? Aún cuando en el colegio nos repetían aquello que una manzana podrida corrompe a los demás, probablemente sea la mejor excusa para inculpar a quién por alguna causa es catalogado como “esa” manzana. Otra pregunta manejada fue…¿Es la manzana adecuada en la cesta inadecuada? ¿Es la situación o el sistema? Hacia este lugar apuntan todos los vectores. El correlato organizacional es evidente. Cuando ocurre una situación fuera de la norma surgen iguales preocupaciones en la gerencia de la empresa. Probablemente terminar concluyendo lo obvio que “esa” o “esas” personas cometieran semejante falta y asunto cerrado, deja corto cualquier análisis. Dicha situación se volverá a repetir si la organización no emprende acciones para evitar que lo inadecuado suceda. Cuando en nuestras organizaciones observamos situaciones divorciadas de lo esperado, rara vez nos preguntamos ¿Qué estamos haciendo quienes conducimos gente para favorecer un determinado comportamiento? En ocasiones, hacer las cosas correctas es más bien un acto de heroísmo que el comportamiento común. Pienso que la interrogante principal debe centrarse cuales acciones emprendemos para favorecer que los comportamientos “buenos” ocurran. Debemos “darle la vuelta” a las cosas y generar condiciones donde hacer lo correcto sea lo atractivo es parte de las funciones de quienes gestionan la actividad del capital humano. Donde la eficiencia y el comportamiento virtuoso sea lo atractivo.
Psi.
César Yacsirk
Vicepresidente
de la Sociedad Venezolana de Psicología Positiva
cyacsirk@gmail.com
@CYACS
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