23 oct 2013

¿Tiene sentido trabajar? En busca del sentido del trabajo (Publicado por la Revista Business Venezuela BV336- Septiembre/Octubre 2013)

La interrogante luce más que obvia. Sin embargo desde el origen mismo de la palabra y la cultura popular, pareciera que no.
Si nos transportamos al origen encontramos que trabajo proviene de “Tripaliare”, instrumento de 3 palos del siglo II (DC) donde los romanos ataban a los esclavos para torturarles. De hecho, en el sur del continente trabajo es conocido como “pega”. En la doctrina cristiana vinculaban al trabajo como un castigo divino. Antes de ser tentado por la serpiente, Eva o ambos, Adán pasaba sus días sin mayor preocupación que disfrutar del paraíso, creado solo para él y su consorte. 

Producto de su falta Adán y Eva fueron castigados
por Dios con la muerte, el dolor, la vergüenza y el trabajo (a comer el pan con el sudor de tu frente).
Esta pequeña introducción con tinte humorístico, no pretende otra cosa que plantear la desvalorización etimológica y cultural que tiene la palabra trabajo en varios contextos. A nivel operativo, es común observar que el trabajo es visto más como una transacción monetaria que como un conjunto de actividades productivas por las cuales obtenemos compensación más allá de la económica. Puedo afirmar que muchos de los conflictos que se generan en el campo laboral tienen su origen en la sobrestimación que la compensación monetaria, sin caer en triviales discusiones acerca de lo importante que es el dinero en nuestras vidas.

El trabajo está altamente vinculado con el bienestar a lo largo de todo nuestro ciclo vital. Durante buena parte de nuestra vida somos entrenados para esto y en pocas ocasiones preparados para la desincorporación de la actividad laboral (formal por lo menos). Si nos referimos al modelo de bienestar PERMA[1], propuesto por Martin Seligman, padre de la psicología positiva, nos encontramos con lo relevante que es el trabajo en la generación de emociones positivas, entrega a lo que hacemos, nuestras relaciones interpersonales, sentido y logro.

Centrándonos en el sentido del trabajo, encontramos una apatía en visualizar la trascendencia que tiene lo que hacemos en el bienestar nuestro y de las personas a quienes beneficiamos con nuestro trabajo. Para cocinero de un restaurant por ejemplo, independientemente del estilo de su cocina, debe estar claro que su función no es preparar platillos para sus comensales. Lo que le da sentido a su actividad es “restaurar” a su cliente mediante alimentos bien preparados. Su misión es que este, experimente una sensación que supere sus expectativas y que se conecte con sus emociones. Si volvemos a la pregunta inicial ¿Tiene sentido trabajar?, antes de responderla de manera automática, está si conocemos en realidad el sentido de nuestras actividades. 

Corresponde al líder mostrar ello como obligación, que cada actividad siempre redunda o debe redundar en bienestar propio y de otros. El trabajo tiene sentido definitivamente.

Psi. Cesar Yacsirk
Vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Psicología Positiva SOVEPPOS
Profesor Universidad Metropolitana
@CYACS




[1] Acrónimo en ingles de Positive Emotions, Engagement, Relationship, Meaning; Accomplishment

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